Kevin Bacon se pone duro

"Fui apuñalado, rebanado, cortado, magullado, golpeado y pateado, y me quedé sin aliento por correr en callejones", dice Kevin Bacon durante una entrevista en un hotel de Beverly Hills. "Me divertí como nunca en mi vida". La mayoría de los actores que tratan de ser estrellas de acción a los 49 años no lo logran. Pero Bacon lo consiguió en su nueva cinta, Death Sentence, que se estrena el 31 de agosto en Estados Unidos.

Una película de acción para pensar

"He pasado los últimos años haciendo películas muy cerebrales", dice el vigoroso Bacon, vestido de camiseta negra y vaqueros también negros. "Finalmente les dije a mis agentes que quería algo de acción". Incluso corrió para salvar la vida vestido con traje y calzando mocasines. "Oh, créame, eso fue un verdadero dolor", asegura. "Hay una escena en esta película en la que una pandilla callejera me persigue por la ciudad, por callejones y rampas de estacionamiento.


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Death Sentence



"Finalmente le pregunté al camarógrafo que si me veía los pies en esa escena. '¿Qué cosa?', preguntó. Entonces le dije que si no se me iban a ver, me iba a poner mis zapatos de lona", afirma Bacon.

En la película, Bacon interpreta a Nick Hume, un amable ejecutivo de negocios y padre de familia suburbana, con una espléndida esposa (Kelly Preston) y dos hijos. Una noche, su vida cambia para siempre cuando su hijo adolescente es asesinado al azar durante una iniciación en una pandilla, llevada a cabo en una gasolinera. Cuando asaltan la gasolinera, uno de los jóvenes pandilleros le saca el cuchillo al buen chico suburbano que regresaba a casa después de un partido de básquetbol con su padre.


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"Death Sentence": Escena Exclusiva



La familia se desmorona rápidamente cuando el personaje de Bacon decide buscar justicia. Y cuando apuñala al pandillero que había asesinado a su hijo, el resto de la pandilla jura vengarse de Bacon, de su esposa y del otro hijo. "Es una jornada interesante, pues yo interpreto a un tipo que nunca había tomado un arma. Podemos ver la transformación de un apacible individuo suburbano en un asesino", dice Bacon.

Bacon había querido hacer una película de acción y dice que Death Sentence es el antídoto de las películas profundas que había estado haciendo últimamente. "Pensé que, en esos momentos, sería muy bueno hacer algo más físico", explica. "Muchas veces hay que sacrificar la profundidad del personaje al hacer una película de acción", asegura Bacon. "Pero no quería hacer algo en lo que yo sólo fuera 'El tipo'".

"Esta es una película de acción para pensar. Este hombre tiene un profundo dolor por el asesinato sin sentido de su hijo. No es una película en la que el tipo quizá sea un borracho y su esposa murió y ahora se pone como Rambo contra todos", afirma Bacon. "No quería que sólo hubiera un poco de contexto para después pasar directamente a las armas y las balas. Yo quería algo realmente emotivo para interpretarlo".

Bacon también se interesó en la película pues quería trabajar con el director James Wan, conocido por su película de horror Saw, del 2003. "Recuerdo que cuando vi Saw pensé que era una de las mejores cintas de horror de la última década", dice Bacon. "A la gente le sorprende saber que soy un auténtico fan de las películas de horror. Lo que me interesó de Wan es que él quiere redefinir los géneros. Y también puede ser terrorífico con un presupuesto muy bajo", agrega. "Convirtió el plomo en oro".

Wan fue implacable con Bacon y lo hizo realizar la mayoría de los actos arriesgados. Bacon dice que, si parece que se queda sin aire en algunas de las escenas de acción, es porque de eso se trataba. "No quería parecer un súper héroe", asegura. "Quería que el tipo se viera real, deshilvanado y que después se convirtiera en una persona más enérgica".

Parte de esa transformación se manifiesta en una escena en la que Bacon se afeita la cabeza para mezclarse con las pandillas callejeras. "Esa escena terminamos haciéndola con dos cámaras", recuerda. "Fue algo muy intenso, pues no podríamos repetir la toma. ¡Eso era todo! Tenía que salir bien desde la primera vez".

"Fue una excelente escena, pues no me afeité la cabeza frente a un espejo. Sólo me la afeité y apenas podía verme. Así que me la afeitaba al azar y el pelo salía volando", dice, riendo con el recuerdo. "Todos en el estudio se estaban volviendo locos. Después de que el director dijo 'corte', todos aplaudieron".

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