"Siempre me ilusiono con los fines de semana largos. Pero, al final, nunca me puedo desconectar del trabajo. Reviso Internet o mando mensajes de texto a mis compañeros de trabajo, no me puedo relajar. Así, sigo estresada", explica Sofía Lump, una empresaria de New York. Ella, como tantas personas en Estados Unidos, no logra disfrutar de los feriados por el estrés que provoca estar siempre "conectados". Es que, advierte la Asociación Americana de Psicólogos (APA), la tecnología también tiene sus consecuencias negativas en la salud.
Labor Day, que se festeja desde 1882, fue pensado en sus orígenes como un día especial en el cual los empleados y propietarios pudieran relajarse y disfrutar de sus familias. Pero con el paso de los años y la llegada de Internet, los celulares, faxes y todos los medios de comunicación, ese descanso anhelado se fue perdiendo.
Hoy, muchas personas no pueden desenchufar sus PCs y cerebros ni siquiera en vacaciones. Menos aún en los fines de semana largos. El impacto repercute directamente en mente y cuerpo. De hecho, dos tercios de las personas de Estados Unidos reconocen que probablemente busquen ayuda con sus psicólogos debido al estrés relacionado con el trabajo.
¿Te crees que eres el único que revisa tus emails los fines de semana? Pues no, APA reveló que el 83 por ciento de los usuarios del email reconocen que revisaron sus correos de Internet a diario en sus vacaciones.
"Mientras que la tecnología ha mejorado indudablemente nuestras vidas en los 125 años pasados, el uso constante de tecnología puede aumentar los niveles de tensión de una nación debido al exceso de trabajo", aseguró el doctor Russ Newman, en un artículo publicado por APA.
Está comprobado que las personas con altos niveles de estrés pueden terminar con malos hábitos para su salud. Fuman, comen mal o demasiado, son inactivos o beben alcohol para manejar esta presión laboral. Incluso APA descubrió que las personas que están preocupadas por sus niveles de estrés son más propensas a comer, evitan el ejercicio o bien utilizan drogas para aliviarse.
Los latinos no escapan a esta regla. Un estudio demostró que el estrés es la enfermedad que más preocupa a los hispanos residentes en Estados Unidos.
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