"Soy la fantasía de los hombres"


En el piso de Las Cañitas hay un indudable toque femenino. Con estilo minimalista, delicados arreglos de flores blanquísimas, un ejemplar de "La importancia de llamarse Ernesto" y una acertada distribución de los espacios, donde Cayetano y García corretean alrededor de su dueña.
Florencia de la V nació como Roberto Carlos, un chico cuya infancia estuvo signada por la elección de muñecas en vez de pelotas y autitos. En la primaria, esa elección cada vez más visible alertó a una maestra, quien habló con su padre de la conducta un poco "rara" del hijo. "No tenía mamá, mi papá me golpeaba y, la verdad, con él nunca tuve comunicación. Hoy lo veo, aunque no tanto, pero fue una relación muy difícil. Mi mamá murió muy joven, a los 20 años, yo tenía 2. Tengo imágenes de ella cosiendo a máquina…"
Vestido de varón partió en busca de su nueva identidad. ¿El destino? La casa de una amiga con la que la relación duró menos de lo esperado. "Empecé a pelarme con ella cuando salió que trasvestirme iba en serio, que era lo que quería para mi vida. Me fui de su casa y, como no tenía adónde ir, me quedé en una plaza de Almagro. Desde allí llamé a un amigo, quien me llevó a vivir con él. De lejos, creo que la pelea con mi amiga fue por el novio, que tenía fantasías conmigo".
Como es de suponer, Florencia encontró obstáculos e incertidumbre en el nuevo camino. "No sabía qué iba a pasar con mi vida, qué podía elegir. No supe que tenía vocación artística hasta que debuté en teatro. Al principio no me gustaba, empecé con una obra de Hugo (Sofovich), un personaje chiquito, pero a medida que fui haciendo cosas se fue despertando la vocación. La decisión de mi vida sexual, sumado a esto, fue la plenitud. Cuando sos cómo querés y podés trabajar de lo que querés, pocas más cosas en la vida podés desear".
Noticias: ¿Tan infeliz eras?
De la V: Sentía una tristeza constante. La melancolía me la daba mi indefinición sexual; es muy difícil pasarlo, muy difícil entenderlo y también afrontarlo. Es un camino doloroso, vivís en un mundo heterosexual donde te sentís a contramano. Encima tenía 15 años, plena etapa del despertar sexual. Es muy difícil afrontar el cambio de género: de ser "él" pasar a ser "ella".
Noticias: ¿Cómo fuiste gestando ese cambio?
De la V: Me descolocó la cabeza, pero a medida que pasaban los años ocurrieron muchas cosas adentro mío, muchas transformaciones. Pero estaba segura de que mi vida iba a ser distinta, quería quebrar eso de que un travesti sólo puede prostituirse.
Noticias: ¿De qué trabajaste antes de entrar al show business?
De la V: Cosía vestidos de novia en el Once, en una fábrica de costura… siempre ligada a la costura. Vendí ropa en un negocio, fui manicura. Siempre traté de hacer las cosas bien, por eso ascendía rápido. Soy muy exigente conmigo misma, siento que todo el tiempo me pongo metas. No me relajo nunca. Mi papá me inculcó esa cosa del trabajo, la rectitud y la responsabilidad, y van conmigo a todas partes. Soy tipo Sarmiento, jamás faltaba al colegio: iba con lluvia, heladas o granizo.
Noticias: ¿No terminás agotada, sin relajarte un minuto?
De la V: Sííí, pero siento que tengo que hacer todo. Como lo hago yo, creo que nadie lo hace. En la casa soy obsesiva. Me gusta que todo esté ordenado, viene la persona que me ayuda y me pongo a limpiar con ella. Antes de ir al teatro dejo la comida preparada, la ensalada cortada…
Noticias: ¿En qué más sos exigente?
De la V: ¡En el pelo! Voy cuatro veces por semana a la peluquería. Las mujeres me dicen que tengo el pelo divino, pero así como me hacen brushing, también me hago baños de crema. Lo mismo pasa con las uñas, una vez por semana voy a hacerme las manos. Me gusta estar impecable.
Noticias: Volvamos al pasado, ¿es cierto que debutaste a los 15, con un compañero de colegio?
De la V: Fue una relación corta pero linda. Empezamos siendo amigos y una cosa llevó a la otra. No pensé que podía pasar, él no era gay. Años después se casó…
Noticias: Tu historia se parece al film "Secreto en la montaña"…
De la V: Sí, ¿viste? Todas mis relaciones fueron parecidas; empieza todo en una amistad. ¡Pero todo en secreto! El pibe apareció un día, yo salía de un boliche y fuimos caminando a mi casa; otro día vino a buscarme para mirar televisión en su casa…
Noticias: ¿Has tenido otras relaciones con heterosexuales?
De la V: Sí. Fueron todas parecidas y ahora todos están casados (ríe mucho). Yo tenía el pelo largo, pesaba 20 kilos mojada, era un escarbadiente, parecía de Calcuta. ¡Tengo ropita que no puedo creer que me haya entrado! Lo que sentía en esos momentos era como una partitura: estábamos en la misma sintonía, tocábamos el mismo compás. Te debe pasar lo mismo cuando estás con un hombre que te gusta y sabés que vos le gustás a él… ¡desaparece todo! El cuerpo despide feromonas, que son la pasión. Oculto o no, el momento mágico se creaba.
Noticias: ¿Lo prohibido incentiva a los heterosexuales?
De la V: Lo prohibido despierta interés… Aunque nunca me drogué, y mirá que hubiera podido, ¿eh? Un día intenté fumarme un porro y me descompuse tanto… ese olor… porque salía con un chico que fumaba, ¿viste? Pero en las relaciones casi todos los hombres tienen fantasías con un travesti. Los hombres me miran por la calle, tratan de acercarse. ¿Viste que se decía que a la zona roja iban todos casados?

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